1.3.08

Las mujeres y yo. (O ella y las mujeres)



Una mujer (del latín mulier, -eris) es el ser humano de sexo femenino, en contraste al masculino, el varón. El término mujer se usa para indicar diferencias sexuales biológicas, distinciones de género en su papel atribuido culturalmente, o ambas cosas.

Aunque nazcan menos mujeres que hombres (la proporción está alrededor de 1:1.05), hay más mujeres entre la población adulta  de la tercera edad (sobre un 1.04:1). Las mujeres tienen un índice de mortalidad inferior que los hombres, aún en el útero, y viven un promedio de cinco años más. En el año 2001, de la población total, había 101.3 hombres por cada 100 mujeres.

Desde la prehistoria, las mujeres, como los hombres, han asumido un papel cultural particular. En sociedades de caza y recolección, las mujeres, alejadas de la caza por su vulnerabilidad física durante el embarazo, eran las que recogían los productos vegetales.  A causa de sus conocimiento de la flora, la mayor parte de los antropólogos creen que fueron las mujeres quienes condujeron las sociedades antiguas hacia el Neolítico y se convirtieron en las primeras agricultoras.

En la Edad Media, los autores masculinos, pertenecientes a una estirpe, religiosos, tratadistas laicos y sobre todo, predicadores, han hablado de las condiciones y conductas que les exigen a las niñas, a las jóvenes y a las mayores. La conducta femenina fue pautada para cada momento y situación de la vida. Casi siempre la edad corresponde a un estado civil y a una función de acuerdo a ella. Tal es así que representó la imagen de la prometida, la casada, la viuda, es decir, siempre ligada a un hombre que se responsabilice por su conducta.

Simultáneamente, y hasta el siglo XIX, en Europa y America, se calcula que cerca de 500.000 mujeres subieron a la hoguera, siendo que esa cifra solo era el 2% del total de las que fueron sometidas a juicios inquisitoriales. 

A lo largo de la historia, en la mayoría de culturas, las mujeres son vistas sumisas a estructuras patriarcales que les han negado los derechos humanos más fundamentales. Las leyes antiguas y los sistemas tradicionales, antecedentes de los sistemas modernos, han provocado la dependencia de la mujer. De forma análoga a la esclavitud, a la explotación de las clases desfavorecidas y  de la mano de obra. Donde la mujer también se ha visto representada.

Se ha demostrado que la razón de ser radica en el fortalecimiento y sostenimiento del poder y de la actividad económica, y de igual forma se evidencia que quienes resultan sometidos son vistos, por los explotadores, como seres inferiores, inmaduros, infantiles, malvados o depravados.

wikipedia

1 comentario:

Anónimo dijo...

La más grande de las opresiones es cuando el oprimido ve la vida con los ojos del opresor.